Por José Gómez López
Master en Ciencias de la Actividad Física | Fundador y CEO de ILUS Fitness y Motion
Ser entrenador no es solamente enseñar a las personas a ejecutar ejercicios correctamente. Se trata también de inspirar, motivar y guiar a tus clientes hacia sus objetivos de salud y bienestar. ¿Pero cómo lograrlo si no proyectas tú mismo aquello que promueves? A continuación, comparto algunos principios clave que considero fundamentales para ejercer como un entrenador que realmente influye de forma positiva.
1. Un entrenador debe entrenar y verse saludable
No es un cliché: un entrenador que luce saludable y en forma genera automáticamente mayor atención, credibilidad y respeto. No se trata de seguir una dieta extrema o entrenamientos exagerados para impresionar, sino de ser un reflejo realista y alcanzable del estilo de vida que promueves. La coherencia entre lo que enseñas y lo que practicas es esencial.
2. Vivir el proceso para poder transmitirlo
Un buen entrenador debe haber experimentado el proceso de ponerse en forma para comprender profundamente sus desafíos y transmitir ese aprendizaje con empatía. Haber atravesado barreras similares a las de tus clientes permite conectar de verdad y explicar con propiedad cada paso. Esto implica también responder con conocimiento aplicado y no solo desde la teoría, ajustando expectativas y adaptando cada rutina a realidades individuales.
3. Transmitir paz y equilibrio
Cada cuerpo y cada proceso es distinto. Aunque dos personas sigan el mismo programa de entrenamiento y alimentación, sus resultados nunca serán idénticos. Como entrenador, tu rol es calmar ansiedades, fomentar la paciencia y entregar certezas con respaldo: el progreso llega, pero a su debido ritmo. La seguridad emocional que transmites puede ser tan poderosa como el estímulo físico.
4. Alejarse de métodos rígidos y consejos genéricos
En un mundo saturado de contenidos fitness en redes sociales, es clave mantenerse crítico frente a métodos extremos o promesas milagrosas. Cada cliente merece un plan personalizado, con metas sostenibles y seguimiento constante. Evaluar correctamente, educar con fundamento y separar tendencias de evidencia es una obligación profesional. Los atajos venden, pero la calidad transforma.
En resumen:
Ser un entrenador en forma te dará visibilidad. Pero ser un profesional humano, empático y coherente es lo que te permitirá construir un gimnasio exitoso y una comunidad que te siga a largo plazo.
Adapta tu enfoque a cada persona. Acompaña su camino con respeto. Y nunca dejes de entrenar tú también: por salud, por ejemplo y por pasión.
Sobre el autor:
José Gómez López es Máster en Ciencias de la Actividad Física por la Universidad Europea de Madrid, certificado por la International Society of Sports Nutrition (CISSN) y la National Strength and Conditioning Association (NSCA). Es fundador y CEO de ILUS Fitness y Motion Center.